lunes, 14 de diciembre de 2009

No existe el destino

  • 4 de diciembre de 2006

Las lágrimas se desprenden de mis pestañas,
surcan mi rostro y se deslizan por mi piel.
El dolor es intenso, las heridas profundas,
destrozan mi corazón y me reinventan el ayer.

Apareciste una mañana de abril,
una luz de esperanza en mi interior se encendió,
las ilusiones brotaron en mi alma al fin,
tu calor secó mis penas, la tormenta se desvaneció.

Pero me destruyes nuevamente,
me desgarras... me derrumbas...
Te fuiste con el viento... suave, despacito
dejando a la deriva esta flor de pétalos marchitos.


* Es difícil de explicar: ni yo lo entiendo. No sé cómo puedo llegar a querer tanto a alguien que casi ni conozco, a alguien que no es mío. Tenía esa sensación extraña de que él era el chico indicado, el que estaba esperando, el que me había marcado el destino. Pero el destino no existe, es sólo una ilusión que inventamos para convencernos de cosas a las que no les encontramos explicación. Pero no, fuera de ese mundo imaginario, no existe.

Para empeorar las cosas, al parecer ahora, que está de novio, ya no soy invisible para Felipe. Ahora se cruza con mi mirada, de vez en cuando saluda de lejos (o de cerca) y hasta una vez salió del curso sólo para saludarme. ¿Qué pretende? No lo sé. Ni él debe saber. Cabrón ¬¬

Es una etapa un poco fulera: el año no parece acabarse nunca... ahora está comenzando su fin y no volveré a ver a Felipe, lo cual no sé si es bueno o malo... pero pone triste. Y, además, estoy enferma. No es "una" enfermedad, más bien un estado crónico, un malestar físico y anímico. A decir verdad estoy comiendo poco y encima tengo que hacer dieta porque la comida me cae mal, con lo flaca que estoy (arroz, té, galletitas de agua... divertidísimo). Y el calor me devasta: todas las tardes me baja la presión, me mareo y tengo que acostarme (parece una regla inviolable ya). Obviamente no digo que Felipe sea la causa. Aunque es un poco extraño que desde el día de "la bomba" tenga estos síntomas casi diariamente. Por eso, aunque sea triste, quiero que termine el año. Tal vez no ver más a Felipe sea la cura de mi mal.

Almendra*




5 comentarios:

Mundo Animal. dijo...

...(.)""(.)...Que Dios inunde tu alma
...( ’o’, )...de paz yamor para que no
...(),*,.().. guardes ningúnrencor y vivas con
...(_)-(_)...alegria cada día de tú existir....felices fiestas.

BUENAS NOCHES AMIGA QUE BONITO ESCRITO Y REAL. QUE TENGAS UNA SEMANA GENIAL ABRAZOS DE TU AMIGO CHRISSSSS

Atilio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Almendra dijo...

Jaja sí, perdón... ahora estoy de vacaciones así que prometo postear más seguido! A ver si mañana o pasado pongo la que sigue ;)

Almendra*

Nel dijo...

El mal de amores es de las peores "enfermedades" que hay, y nos puede afectar físicamente incluso.
Alejarse de la persona que lo causa puede ayudar. Otras veces lo empeora porque nuestra mente tiende a magnificarlo todo...
Espero que puedas postear más a menudo, que queremos saber cómo fue todo. Un abrazo!

valeria dijo...

Resulta increible como muchas veces nuestros estados anímicos repercuten en nuestro cuerpo produciendo trastornos psicosomáticos.
¡Ay Almendra! te entiendo tanto.