jueves, 15 de octubre de 2009

El plan

  • 14 de noviembre de 2006

¡Hace tanto que no escribía! ¡Octubre fue un mes muy agitado para mí! Y lo mismo estas primeras semanas de noviembre. Felipe pasó a un segundo plano por las millones de cosas que tenía en la cabeza: por un lado, el menos agradable, el de la cantidad enorme de exámenes, trabajos prácticos y pruebas integradoras que tuvimos. Mañana es la última prueba integradora: de Historia.
Por otro lado, estuve muy entusiasmada y ocupada porque Alejandro Sanz, mi ídolo máximo, vino a la Argentina a presentar su disco El tren de los momentos y los días que estuvo acá fui al hotel a ver si conseguía verlo! No pude :( Pero por suerte conocí a un montón de chicas que comparten la misma pasión que yo, y es muy lindo sentirse acompañada en situaciones como esa. Así que, a pesar de la desilusión de no haber cumplido mi sueño, no me arrepiento de haber ido, porque pasé ratos agradables. (¡Ojo! Que igual la vida de una fan no es nada fácil: hay que aguantar estar tantas horas en el mismo lugar, con hambre, calor -o frío-, corriendo de aquí para allá, atentas a todo...) Lo seguiré intentando en sus visitas próximas.
Otra cosa que me mantuvo un poco al margen de Felipe son mis "fobias". No sé si llamarlas así, pero desde el accidente del aplastamiento estuve muy sensible y nerviosa. Por ejemplo, no puedo viajar sola en colectivo y las pocas veces que lo hice comenzaron a darme palpitaciones y a faltarme el aire. Lo mismo si camino sola por la calle. No sé qué pasa.

Pero ahora que se terminan los exámenes y están por finalizar las clases es imposible no pensar en Felipe. Porque tal vez sea mi última oportunidad para transmitirle mis sentimientos. Porque él egresa y tal vez ya no lo vea nunca más. Es ahora o nunca.
Así que mi amiga Male elaboró un plan, pero no quiere contármelo. Piensa que si me entero, por mi cobardía, me voy a echar atrás y no voy a hacer nada; así que se va a ocupar ella. ¿Es lo mejor? Yo no sé... pero lo más probable es que si lo dejo en mis manos, nunca voy a hacer nada. ¿Por qué tan tímida tengo que ser?
Sea como sea, el plan ya está armado. Piense lo que piense, pase lo que pase, sufra lo que sufra. Mi corazón late a mil por hora. Pero mañana se va a enterar. Ya no importa más mi timidez ni mi nerviosismo. MAÑANA ES EL DÍA.
Almendra*


viernes, 9 de octubre de 2009

Un té de tilo para mí...

  • 12 de octubre de 2006

Hace un montón que volvieron. ¿Con cuántas minas estuvo? Varias... Chateo con él pero en la escuela me sigue ignorando.
Apenas llegaron de Bariloche, nuestra profesora de Física y Química (que tiene 26 años y es un desastre) nos contó todos los chismes del viaje, porque ella fue de acompañante. Me dio a entender que cada vez que veía a Felipe en un boliche estaba con una chica, y cuando lo volvía a encontrar estaba con otra distinta (¿sería tan cierto?). "Es que imaginate, alto, rubio, las chicas se volvían locas". Bueno... eso me dio bronca pero no me preocupé tanto. Mejor varias que una sola, ¿no? Significa que no le pasa nada importante con ninguna (espero...)
Pero unos días después contó que le había regalado bombones a una chica (¿¿QUÉ??). Ahí me puse a hacer averiguaciones, porque no me lo imagino en esa situación... no, no parece de esos que van regalando bombones por ahí. Encima, de imagen de msn tenía la foto de una chica... ¡¡para confirmar mis sospechas!! Las historias que cruzaron mi mente... una más pesimista que la otra: que seguro era cierto, que la de la foto era la novia. Pero no...
Hablé con una conocida/amiga que es compañera de él, y me dijo que nada que ver. Que la profesora inventa. Que habrá visto a otro. Y que Felipe estuvo con cuatro chicas en Bariloche. Es bastante, pero tampoco era para tanto... Pero aún me quedaba la duda de quién era la chica de la foto.
Lo averigüé hace unos días, cuando chateamos. Hablamos más que nada del viaje y le pedí que me mandara alguna foto. Me quiso mandar todas a la vez en una carpeta comprimida, pero no le salía (soy un inútil informático, decía). Al final pudo enviarme una sola porque su conexión es muy lenta (una de todo el curso). A medida que transcurría la conversación, iba pensando en cómo preguntarle quién era la chica de la foto. Hasta que lo hice sin rodeos. Es la hermanita. ¡La sorpresa que me llevé! ¡¿¿Cómo puedo estar tan ciega para confundir a una nena de 7 u 8 años con una de 17??! Mi paranoia no tiene límites... Vale aclarar que la foto no se veía muy bien, pero igual... es increíble lo mío.

Paso a otro tema... a algo que me tiene muy mal. Hoy fue la fiesta del colegio y se organizaron juegos en el patio, separados por equipos. La verdad que fue muy divertido: realizamos distintos juegos (tontos pero graciosos y entretenidos, como carreras de embolsados, juego de las sillas, saltar la soga entre muchos, etc.), también vinieron bandas a tocar en vivo, y obvio que aproveché para mirar a Felipe que andaba dando vueltas por ahí, y sacarle algunas fotos a escondidas, jaja.
Pero el mal momento llegó a la hora en que una banda tocaba una canción para hacer pogo, y todos nos pusimos a saltar. No sé a quién se le ocurrió la horrible idea de agarrarnos de los brazos para hacer una ronda y saltar todos hacia el medio, todavía amarrados. La chica que estaba a mi lado tropezó, y así yo caí con ella. Y a partir de ese momento todo se tornó negro. Quedé en el suelo, con la cara pegada contra el piso y sin poder moverme para nada. Y sentía cómo muchas personas iban cayendo arriba mío. La presión era intolerante. La gente que se había caído encima mío no se corría porque estaba muy ocupada riéndose por lo "gracioso" de la situación (al menos eso era lo que yo escuchaba), sin pensar que había alguien abajo de toda esa gente.
No podía respirar. No podía moverme. Me estaba ahogando. Me estaban aplastando. Y nadie salía. Esos instantes se me hicieron eternos. Eternos... y aún la expresión me parece poco. Me imaginé lo peor. El pensamiento más terrorífico se cruzó por mi mente cuando sentía cómo me estaba desvaneciendo: "bueno... ya está" y un relámpago de miedo atravesó mi frente. Sentía que me desmayaba, hasta que sentí liberadas las piernas. Empecé a patalear, creo que le pegué a alguien. Un chico me vio (o mejor dicho, vio el desesperado movimiento de mis piernas) y me sacó arrastrando de abajo de la gente, que ahora empezaba a descomprimirse.
"¿Estás bien?" me preguntó preocupado. Era un amigo de Felipe.
"Sí... gracias..." y me fui corriendo con mis amigas. Abracé a Vale.
"¿Qué te pasa? Estás pálida. ¿Qué te pasó? Tenés la frente lastimada."
"Ay Vale... fue horrible".
Y le conté.
No sé por qué, pero me dio la sensación de que nadie se tomó en serio mi susto. Y apenas llegué a mi casa, me largué a llorar.
Ahora me duele todo el cuerpo. Y estoy muy nerviosa. Y lloro por todo.
Y... me voy a tratar de dormir. Pero los nervios me están matando, creo que me voy a preparar un té de tilo!


by Almendra© 2006
Este es un dibujo que hice en mi diario real (el material, el de papel), así que tuve que borrar
los renglones para que se entendiera mejor la imagen.